Tomé una decisión loca: pelarme la cabeza.
Ni me lo pregunté, solo lo hice. Y mientras lo hacía me miraba al espejo inconciente. Obvio que me paso algo para hacerlo. Pero no se que fue. Solo lo hacía mientras me miraba y miraba y miraba.
Pero la supuesta locura de hacerlo no llegaba. Y mientras me seguía pelando grotescamenten esa cabeza, la conciencia, no me llegaba de lo que estaba haciendo.
Seguro que no sucedía porque pelarse la cabeza no era algo re loco, pero como me había acostumbrado a hacerme un corte... de pelo, y lo que estaba haciendo con la tijera del baño... Daba para rercapacitar, pero no.
Me empecé a cortar mechones locamente, como escapando de una racionalidad que me tenía re podrido. Seguro que estaba haciendo lo opuesto a pensar con criterio. Por eso no surgió ninguna pregunta a lo que estaba haciendo. Solo lo hacia mientras me miraba al espejo del baño.
Es más, mientras lo hacía sentía una liberación. Como re loco para lo que venía haciendo. Osea nada.
Ahora me veo pelado al espejo y no pasa nada. Salvo que Naty me dice que parezco loco porque está todo desparejo, y yo me empeño para que me vea el rostro. Pero ella me dice que "si te gusta dejátelo así".
Hoy conocí sus amigas que trabajan en el hogar donde ella trabaja con chicos discapacitados.
Una de ellas se llama Gabriela y es re evangelista.
Hablamos de la vida en general, pero la piba me hablaba de dios.., sin mayúsculas; para todos los ordenes de la vida, como quien encuentra sus respuestas a travez del quia. Pero yo me pelé el bocho y dios no me dijo que me quedaba mal. Asique me pelé en nombre mio, y no pude decirle que ella podía hacer lo mismo sin sentir que dios la estaba mirando. Pero su pecado y culpa la perseguian... Posta. Y el espejo le era esquivo.
A mi no me mira dios. Me mira Natalia. Que ahora es mi novia. La que me dijo varias veces que le gustan lois pelados, independientemente de que yo me alla pelado para volver a mi rostro original